Para ampliar los carriles hasta La Boca se debe demoler el inmueble; allí aún viven familias que están en litigio
publicado por Mauricio Giambartolomei para La Nación
El frente del edificio en Paseo Colón. Foto: Mauro Alfieri |
Frente al parque Lezama, a mitad de cuadra sobre la avenida Colón, aparece en soledad como un Elefante Blanco, abandonado y en desuso. Con barandas en los balcones de hierro oxidadas, persianas torcidas y postigones de metal cerrados, envueltos en paredes negruzcas y arenosas. En la fachada se alcanza a leer, con esfuerzo, "Casa Marconetti", el sello del edificio que se interpone entre los planes de ampliación de la traza urbana y los vecinos que viven en los departamentos.
La torre de diez pisos se encuentra en las cuadras que van desde Independencia hasta Brasil. Ese tramo se convirtió en un problema para el gobierno porteño en su objetivo de expandir el Metrobus del Bajo, cuyo primer tramo se inauguró el mes pasado. Para que los carriles exclusivos lleguen hasta La Boca, como marca el proyecto, es necesario modificar Paseo Colón. Esto implica, entre otras obras, demoler el edificio que pertenece a la administración porteña. Pero allí aún viven personas, con una denuncia por usurpación en su contra y con dudas sobre abandonar el lugar o no.
Desde 2014 existe una orden de desalojo para liberar los departamentos y avanzar sobre el inmueble que en los 70 y 80 fue considerado "el edificio de los artistas".
30-7 Restó SCA: un bistró de la saga notable
Con estilo francés, en la Sociedad Central de Arquitectos
Con estilo francés, en la Sociedad Central de Arquitectos
por Alicia Delgado por La Nación
Foto: Martín Lucesole |
Cumple 18 años el resto de la Sociedad Central de Arquitectos, en la planta baja de un edificio admirable. Lo abrió la virtuosa María Barrutia, sommelier directora de CAVE, que se formó en la cocina del notable tres estrellas francés Michel Bras, en el sudoeste francés; en El Bulli y con Jean Paul Bondox, en Buenos Aires, sin olvidar a su abuela, cocinera amorosa.
Es un lugar con el tamaño y estilo bistró francés, al fondo de la entrada de un espléndido edificio bien mantenido con un portón de madera art déco digno de admirar. Barrutia, exitosa creadora del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas, fue pionera de la saga de cocineros que la sucedieron cuando dejó el bistró. En el restó de Bras se conocieron María y Guido Tassi, otro argentino fanático del francés que acompañó a Barrutia en la apertura del restó y hace tres meses lo dejó en manos de su actual jefa, Maggi Piagio, que también se formó con María y Guido después de estudiar en el Ott College y lleva 10 años allí. Julián Rizzi también es del grupo desde entonces, como sous chef. Maggi comienza tempranísimo el día para salir a elegir los pescados y mariscos más frescos. El bistró fue poniéndose más lindo con los años, y con Maggi adoptó buenas mesas y sillas Thonet, fotos o pinturas de los arquitectos del centro, buena música de fondo, el servicio de vinos del colombiano Camilo -de Cave- o Matías a la noche y una pareja de camareros. Mesas bien puestas, correcta vajilla, amplias servilletas completan el estilo bistró de Restó, que de noche se pone algo romántico
Es un lugar con el tamaño y estilo bistró francés, al fondo de la entrada de un espléndido edificio bien mantenido con un portón de madera art déco digno de admirar. Barrutia, exitosa creadora del Centro Argentino de Vinos y Espirituosas, fue pionera de la saga de cocineros que la sucedieron cuando dejó el bistró. En el restó de Bras se conocieron María y Guido Tassi, otro argentino fanático del francés que acompañó a Barrutia en la apertura del restó y hace tres meses lo dejó en manos de su actual jefa, Maggi Piagio, que también se formó con María y Guido después de estudiar en el Ott College y lleva 10 años allí. Julián Rizzi también es del grupo desde entonces, como sous chef. Maggi comienza tempranísimo el día para salir a elegir los pescados y mariscos más frescos. El bistró fue poniéndose más lindo con los años, y con Maggi adoptó buenas mesas y sillas Thonet, fotos o pinturas de los arquitectos del centro, buena música de fondo, el servicio de vinos del colombiano Camilo -de Cave- o Matías a la noche y una pareja de camareros. Mesas bien puestas, correcta vajilla, amplias servilletas completan el estilo bistró de Restó, que de noche se pone algo romántico
3-8 El renacimiento del ex Padelai: avanza la obra para convertirlo en sede de oficinas públicas
La Ciudad quiere mudar allí áreas de servicios para los vecinos. Están recuperando el edificio donde funcionaba el antiguo hospital del Patronato de la Infancia. Y luego restaurarán la construcción donde estaba el asilo.
3-8 Buenos Aires, la reina moderna: cinco rincones donde deslumbra el Art Déco
Desde el Kavanagh, torre de 120 metros hecha con volúmenes encastrados, hasta la tipografía del Mercado del Progreso en Caballito. Mirá los videos.
La Ciudad quiere mudar allí áreas de servicios para los vecinos. Están recuperando el edificio donde funcionaba el antiguo hospital del Patronato de la Infancia. Y luego restaurarán la construcción donde estaba el asilo.
por Nora Sanchez para Clarin
La entrada principal. Estará en Humberto I y Balcarce, donde aún balconea el ventanal del quirófano del hospital del Padelai. / Silvana Boem |
En el edificio donde alguna vez funcionó el hospital del Patronato de la Infancia, en Humberto I y Balcarce, ya casi no hay rastros de una toma que duró décadas. Apenas unos murales en la fachada con retratos del Gauchito Gil, un caballo, un payador y una bailarina. Y un cartel junto a una ventana, que ofrece vino, gaseosas y fernet. Adentro hay andamios y obreros alisando contrapisos de cemento. La recuperación del ex Padelai está en marcha. Después de años de ocupación y abandono, sus instalaciones se convertirán en oficinas del Gobierno porteño destinadas a áreas de servicios para los vecinos.
El Gauchito Gil. Su mural subsiste en una de las fachadas. / Silvana Boemo
Inicialmente, en el predio de San Telmo se iba a instalar Cultura. Pero en el Ejecutivo cambiaron de idea: las dimensiones del complejo no alcanzan para albergar la estructura de ese ministerio.
Nota completa3-8 Buenos Aires, la reina moderna: cinco rincones donde deslumbra el Art Déco
Desde el Kavanagh, torre de 120 metros hecha con volúmenes encastrados, hasta la tipografía del Mercado del Progreso en Caballito. Mirá los videos.
por Judith Savloff para Clarin
Puntos de vista. Uno de los tantos que ofrece el edificio Kavanagh, desde la Plaza San Martín,en Retiro. Un clásico para revistar. / Juan José Traverso |
“Si un hombre rico quiere un lujoso vehículo, comprará no una carroza de las del tiempo de Luis XIV, si no un automóvil, el más moderno (…) Pero el mismo hombre rico, si quiere construirse una mansión, va a concertar con su arquitecto un palacio versallesco o un castillo gótico o un alcázar morisco; y en ningún momento se le ocurrirá pensar si esto no es tan ridículo como viajar en una carroza o cazar bestias con jabalina”.
El arquitecto argentino Alejandro Virasoro (1892-1978) publicó esas ideas en Tropiezos y dificultades al progreso de las Artes Nuevas, en la Revista de Arquitectura de marzo de 1926. Un artículo –crítico con sus colegas más que con los clientes– que se leyó como manifiesto. Un manifiesto clave para explicar, en parte, la transformación de Buenos Aires en una ciudad moderna.
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